15/11/12

Algo que decir acerca de Donoso y su Historia personal del “boom”



José Donoso dijo en su Historia personal del “boom” (1972) que nadie sabe ciertamente cuándo surgió este fenómeno (por no atreverme a llamarlo movimiento, generación o corriente literaria) que cambiaría para siempre la historia de la literatura latinoamericana. Temeroso de caer en afirmaciones sin fundamento, a lo más que se atrevió a relacionar los inicios de este acontecimiento fue a un encuentro de escritores latinoamericanos que se llevó a cabo en Chile a mediados de los años 50. Esta concepción es un poco curiosa, y a la vez rebatible, sobre todo si se toma en cuenta que en dicho encuentro, a excepción de Carlos Fuentes y Alejo Carpentier (si es que este último aún podía ser tomado en cuenta como elemento representativo de este fenómeno, ya que para Donoso no) no participó ningún otro escritor relevante del boom, en una época en que García Márquez y Cortázar ya publicaban.

Más allá de esto, Donoso no se atreve a marcar puntos de partida, a establecer bases y mucho menos a atribuír fundadores o creadores a este círculo exclusivo de escritores de miembros inciertos denominado boom, en el que tambalean nombres como los de Guillermo Cabrera Infante, Juan Rulfo, José Lezama Lima, Augusto Roa Bastos, Ernesto Sabato, e incluso él mismo, José Donoso; pero en el que también hubo cuatro nombres cuya pertenencia era indudable: Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, y Mario Vargas Llosa.

Esta cautela excesiva de Donoso por no caer en erratas y en concepciones mal fundamentadas me pareció un tanto innecesaria, ya que para muchos no es un secreto el papel fundamental que las editoriales, sobre todo las españolas, tomaron en este asunto. No creo estar muy equivocado al decir que el fenómeno del boom, muy a lo contrario de lo que dijo Donoso, sí tiene un origen cierto; y aunque de manera indirecta, también un “algo” y, por qué no, hasta un “alguien” que lo causó.

El boom de la literatura latinoamericana es una creación indirecta y accidental del editor y poeta español Carlos Barral, quien, al mando de la prestigiosa editorial Seix Barral creó importantes premios literarios internacionales tales como el Premio Formentor, el Premio Barral de Novela, y el reconocido y codiciado Premio Biblioteca Breve, que en el año de 1962 su amigo Mario Vargas Llosa fue el primer latinoamericano en ganar con su novela La ciudad y los perros (1963), logrando así que los ojos del mundo literario se volvieran hacia Latinoamérica, y a lo que más tarde se añadarían otros acontecimientos importantes en el ámbito de las letras latinoamericanas que terminarían por darle una forma al famoso boom, tales como la innovación de estilos narrativos y hasta la experimentación literaria, como la que llevara a cabo Cortázar en su Rayuela, (1963), y la publicación y exito comercial rotundo de Cien años de soledad (1967), de García Márquez; entre otros acontecimientos de menor relevancia.

Sin emgargo, si de encontrarle un núcleo de origen al boom se trata, podría asegurar temerariamente, despojándome de toda cautela a la que Donoso recurriera en su Historia personal del "boom", que fue en 1962, en el preciso momento en que se dio el fallo que acreditó a un joven escritor peruano de veintitántos años como el primer ganador latinoamericano del prestigioso Premio Biblioteca Breve.

Alfonso Guido


Este texto ha sido extraído del blog Por la mierda del artista con el permiso expreso de su autor.

1 Deja tu comentario:

 

Copyright © 2012 Literaturas y literatos. All Rights reserved
RSS Feed. This blog is proudly powered by Blogger. Design by dzignine based on Minima-White code frameworks